lola copacabana

Desastrosa mi oda a las manos de Lola.
No sé a cuantos, aparte de a mi, les pasa. Piense, lector atento, si usted lo sufre. Se trata de cierta fascinación, integrada a una vergüenza, que me producen algunas cosas. Fascinación cuya consecuencia inmediata es la contemplación indiscreta, directa, sin disimulo, casi morbosa.
¿Nunca se quedó mirando un gato muerto? ¿Revisando con la mirada un vómito? Sí que le debe haber pasado.
Con las manos de Lola me pasa. Falanges que sobresalen de las medidas proporcionadas del resto del cuerpo. En mi cabeza son sospechosas de mentir en cuanto a su torpeza. Manos torpes que realizan trabajos delicados. Los antiguos dirían sarmentosas, ahora decimos nudosas.
Duras me parecen pero capaces de caricias tibias. ¿Será que las noto en contramano del resto del cuerpo suave? Como que se aferran a las cosas cuando toman. Tampoco las yemas de los dedos se ven capaces de separar las palmas de las cosas. Para usar las palabras de la misma lola: are the devil's tools.

La conozco del blog. Es una de las blogger más antiguas que leo, http://www.justlola.blogspot.com/ . La más reconocida, la que más fotos pone y con cada foto mi morbo por sus manos a full. Me da miedo que me la presenten y yo no poder mirarle la cara o las tetas porque me la pasaría mirandole las manos.
A veces las sueño. Lo que me inquieta es que no me sale claro si son pesadillas o ensoñaciones.