26.2.09

Instantáneas del infierno.

Enferma el estómago ver el gesto ampuloso con el que los avaros entregan un peso de propina.

¿Cual otra cosa puede ser el infierno que la repetición incasable de un gesto miserable?

23.2.09

cosmogonías


Un filósofo de estos de dos pesos puso a  rodar en mi cabeza eso de que la conciencia perdura.

Viene a ser mas o menos así. La parte física es finita (no haga chistes tontos, lector atento) pero hay algo en el hombre que es eterno. La conciencia le dicen ellos porque tienen miedo de usar la palabra alma, tan cara para las religiones y tan poco científica.  Cedámosles en conciencia entonces, para poder continuar. Yo creo que se usa esta palabra porque lleva implícita un conocimiento. Algo así que como que tener conciencia de algo es conocer ese algo. En fin.

Se separan de las religiones en que no existe un destino moral para después de muerto. No se pretende enseñar a vivir o al menos eso se proclama. El cielo y el infierno parecen a este sistema de ideas una fabulación con fines pedagógicos. Según ellos en el momento de la separación la conciencia, recordando lo que fue hasta ese momento, emprende un viaje por el cosmos hacia un reservorio donde simplemente son. Durante el camino aprenden. El largo viaje justifica el carácter eterno de la entidad.

Todo muy bonito.

Casi le digo que me gusta, lector atento. Convengo en que, fuera del cuerpo, solo seamos memoria y voluntad. Anhelos e historias tironean los 21 gramos de espíritu que somos. Si algo mío debe perdurar es más que nada la memoria de lo que he sido. De otra manera ya no sería yo. Una voluntad sin memoria tiene que ser una fuerza caótica que no haya sentido y que no será feliz (si ser feliz es un destino deseable).

¿Se acuerda de Dory, el personaje de “Buscando a Nemo? Se olvidaba de todo y aunque parecía estar siempre alegre, le faltaba algo. Yo le veo la cuestión de que la felicidad es el resultado de un camino que uno debe recordar que hizo. De otra manera sos como Dory, constantemente preguntando como llegó hasta ahí y con cual propósito. La memoria se convierte en algo que define a un hombre (o a un pez). Dispuesto a aceptar el viaje iniciativo pongo como condición que no haya ningún baño de olvido. Me niego a ser  Dory y me niego además que un tipo como Marlín sienta pena por mi.

Los que creen en la reencarnación adoran la remojada en ríos de olvido. Yo me pregunto como funciona eso. Si olvido lo que fui para ser alguien más, pues lo seré del modo más completo. Seré una nueva criatura. El reciclado será total. Si la cuestión es aprender, la memoria es un elemento principal. Decidido a cambiar es menester recordar porque se ha tomado la decisión. La lección debe estar siempre a mano de la conciencia.

Ya lo dice la maga “El diablo es el olvido”. Borges también se prende a esto con  un verso de su poema el alquimista: “Dios, que sabe de alquimia, lo convierte/ en polvo, en nadie, en nada y en olvido.”

Ya la muerte es una forma de olvido en la vida de los que siguen vivos, valga tanta redundancia. Déjeme a mí cargar con mi memoria.

Como ya dije todo muy lindo.

No me gusta que el viaje suene tan solitario pero no se puede arreglar a piacere. Me parece que yo andaría un largo tiempo dando vueltas por acá cerca sin decidirme a partir. Me repetiría constantemente las palabras de Pedro: “Señor ¿a donde ir?, solo tú tienes palabras de vida eterna”

Me parece importante que, además de recordarme a mi mismo, alguien más se acuerde de mi y esa entidad forzosamente tiene que ser Dios. Ya si Dios te olvida…

Los griegos sabían que cerca del olvido estaba la muerte. Tenían ese acantilado en Leucade, de donde tirarse para hallar el olvido de las penas de amor o la muerte, cuando no las dos cosas.

Crear una cosmogonía donde el cuerpo se pierda pero no la memoria me resulta interesante. Me despierta simpatía. Note que no dije que me convence.

Piense usted, lector atento, y sobre todo no se olvide. pensador

13.2.09

aruspicina (no es un remedio) y otras yerbas

Parece lógico que si existen leyes en el universo, tanto la parte como el todo estén sujetos a ellas. Por lo tanto, si se puede vaticinar acerca de la parte, el todo no guardará misterios. O viceversa. Es este principio y no otro el que gobierna a varias de las “ciencias” que prometen decirte que va a pasar o de cual manera se perfila el futuro. La astrología se parece a la lectura de tripas de pájaros en eso. No me voy ocupar, lector atento, de levantar juicios de valides ni por la astrología ni por la aruspicina. Que tire la primera piedra el que esté libre de supersticiones.

Dígame, sin embargo, si no es una idea interesante, más allá de que sepamos usted y yo, que la parte puede tener una ley particular si incurrir en una contradicción con las leyes generales del todo. El conocimiento, entonces, de la totalidad de las leyes de todas las cosas se hace impracticable para cualquier criatura que no sea un Dios. ¿Cuál interés puede tener un dios en compartir un misterio con los hombres? ¡Vamos! El futuro se vuelve una sombra, entonces. La misma que siempre fue.

A veces caigo, muy a pesar mío, en una forma personal de superstición. Me sucede con algunas cosas que siento que quieren darme un mensaje acerca de mi vida. No estoy seguro de que sean cosas futuras. Más bien tengo la sensación que son cosas que están pasando pero que no llego a ver claramente.

Un perfume que se acabó más allá de toda duda tiene que ser un sms de las parcas que cortan la vida de todo con sus tijeras de oro. Ese sms puede ser sobre la persona que me hizo el regalo. Todo tiene que estar conectado ¿no?

Una bolsa de plástico que cruza distancias en el espacio y en el tiempo solo para aparecer el día menos pensado entre la maraña de otras bolsas que pueblan mi vida, me traen la memoria de los que me la dieron, aunque lo que me dieron en ella ya no exista.

Aprendo constantemente a vivir con esto. Me considero enseñado en eso de que la mejor condición del futuro es que quede siempre adelante, tras su cortina de misterio. Le que queda bien eso. Sin embargo a mí no. Si tras mucha meditación trascendental me pudiera quitar esa cuota de superstición lo haría. Mientras tanto convivo con ella, como con algunas otras contradicciones. Miro a veces la confianza que algunas personas depositan en estos juegos cósmicos y me guardo mi asombro por respeto.

Lo mas extraño es que, cuando este futuro sea pasado, sabré como encajaban las piezas. Hasta me quejaré de mí mismo, ante mí mismo, por no haber hecho el dos mas dos tan obvio. En fin.

Por lo pronto paciencia. Mejor me las arreglo con el hoy que es lo único que me mira a los ojos. Usted sabe, lector atento. El pasado no tiene arreglo y el futuro es una promesa. Una que no puedo descifrar con los datos que me proporciona este presente tan mal educado que habla en versos.

5.2.09

Uh!

He descubierto, no sin alguna inquietud, que los estúpidos congénitos se reconocen. Por ejemplo: En un lugar donde la gente se renueva constantemente, pongamos por caso un restorán, si hay uno que siempre está, pongamos por caso un mozo, y otros que pasan, ambos con un grado sumo de estupidez; se verán solo para saberse iguales.
No hablo de un reconocomiento antagónico, como el que harían dos seres inteligentes al encontrarse en un restó, pongamos por caso ud y yo lector atento. Sabedores, como somos, de que las personas capaces de amarnos son pocas o de que hace calor y las sillas justo bajo el aire no abundan o que la parte rica del pollo se acaba, competiremos. Renunciaremos a algo para ganar otra cosa, seremos leales o no, elegiremos el campo de batalla donde mejor nos desarrollemos pero seremos rivales.
Estos que le digo, no. Ni ahí!
Sonríen como monos al mirarse. Hacen aspavientos. Aveces gritan Eh!. Destilan cantidades industriales de baba, como si se estubiesen aguantando las ganas de darse un beso francés.
Pero más que nada hablan de estupideces. Resulta muy irritante verlos pero es insufrible escucharlos. Hasta el estúpido medio sabe que hay algo mal sin que sepa decir que es.
Molestan!
El estado debería educarlos.
La ciencia debería ver la forma de que no se encuentren.
Los seres inteligentes deberíamos estar autorizados a abandonar el lugar.
No se.
Algo!