31.5.08

fidelidad electronica

Le voy a contar algo que le pido que olvide. Sobre todo el día que logren vestirme la camisa de fuerza, lector atento.
Me estaba por detener a admirar un escaparate de Noteboocks, pero me sentí incomodo y decidí seguir de largo, sin detenerme ni mirar de reojo siquiera. Es que cargaba mi mochila y en ella MI propia Noteboock.
Me hubiera sentido culpable.
No sea usted el que llame al Borda, lector atento.

29.5.08

de la oscuridad a la luz


Peatonal Lavalle.

Es un acantilado donde la luz y más que nada el calor solar son solo los del medio día. Despues se torna oscuro y fresco. A menos que salgas a las avenidas.

solicitud alcoholica

A los borrachos:
Evítenme. Ahóguense en alcohol, mas no me molesten.
Ahórrense de filosofar, ni lo intenten en mi presencia. Los labios se les paralizan, parecen mangueras resistentes a cualquier control.
La memoria se les desactiva, libérense de evocar.
Déjenme a mí, lejos de sus alientos etílicos. De sus confesiones.
No pongan a prueba mi paciencia, que no la derrocho.
Fíjense antes de entrar en mi radio.
Escúchenme lo que les pido.
Hagan sus borracheras vidas lejos de mí.
Mantengamos la paz.

28.5.08

meado por los gatos

Hasta mi gato me muerde.

26.5.08

mirar





El café es malo.



Las Hamburguesas me taponéan las arterias.



El ruido es molesto.



Los empleados son inberbes y mal educados.



Pero mire las vistas.



Es el Mac Donals de Corrientes y Carlos Pelegrini.



Me gusta venir por la vista.



Muchas veces posteo desde acá.


25.5.08

obelisco y rojo.

La verdad es que no tengo ganas de andar escribiendo.
Pero me gustó la foto. Le juro que el vehiculo tenía ruedas, lector atento.

23.5.08

rojas y yo

Esto dice Gonzalo Rojas:

Cumplo con informar a usted que últimamente todo es herida: la
herida, el olor
a su hermosura es herida, las grandes aves negras, la inmediatez
de lo real y lo irreal tramados en el fulgor de un mismo espejo
gemidor es herida, el siete, el tres, todo, cualquiera de estos números de la danza es
herida, la barca
del encantamiento con Maimónides al timón es herida, aquel
diciembre 20 que me cortaron de mi madre es herida, el sol
es herida, Nuestro Señor
sentado ahí entre los mendigos con esa túnica irreconocible por el cauterio del psicoanálisis es herida, el
Quijote
a secas es herida, el ventarrón
abierto del Golfo contra la roca alta es
herida, serpiente
horadante del Principio, mar
y más mar de un lado a otro, Kierkegaard y
más Kierkegaard, taladro
y por añadidura herida; la
preñez en cuanto preñez en la preciosidad de su copa es
herida, el ocio
del viejo río intacto donde duermen inmóviles los mismos peces
velocísimos es
herida, la Poesía
grabada a fuego en los microsurcos de mi cerebro de niño es herida, el hueco
de 1.67 justo en metros de rey es herida, el éxtasis
de estar aquí hablando solo en lo bellísimo de este pensamiento de
nieve es
herida, la evaporación
de la fecha de mármol con el padre adentro
bajo los claveles es
herida, el carrusel
pintarrajeado que fluye y fluye como otro río de polvo y otras
máscaras
que vi en Pekín colgando en la vieja calle de Cha Ta?lácu
ya identidad comercial de 2.500 años de droga y ataúdes rientes
no se discute, esherida; la cama en fin
que allí compré, con dos espejos para navegar, es herida,
la
perversión
de la palabra nadie que sopla desde las galaxias es herida, el Mundo
antes y después de los Urales es
herida, la hilera
de líneas sin ocurrencia de esta visión
sin resurrección es herida. Cumplo
entonces con informar a usted que últimamente todo es herida.

Yo agrego:

Me molesta el amor con condiciones.
Que para que puedas quererme, tenga yo que leer un memorando
me irrita.
Cuando me prestás oídos, te digo y te digo; que me eduqué a mí mismo, aprobándome sobresaliente en esto de ser incondicional.
Ojala me escucharas alguna vez.
Das por sentado cosas que no te proponés entender.

21.5.08

plaza constitución


Le prometí fotos de La ciudad de las bestias, lector atento. La publicidad es imposible de evitar en Buenos Aires donde uno es capaz de vender y comprar cualquier cosa.
Creo que a esto le llaman gigantografía. Cuesta imaginar un momento y un lugar donde estos jugadores puedan ser más grandes. La pueden ubicar justo en el frente lateral de la estación Constitución. Por si no lo sabe es uno de los embudos de distribución de personas hacía el sur. Si vas para la zona sur en transporte público esta es una imagen que vas a ver a menos que viajes dormido.
También me quedé preguntandome a mi mismo ¿Cúanto habrá pagado el banco para pegar su nombre a la imagen de la selección? Porque, popularmente la selección es querida, sin embargo los bancos...
Espero que hayan vendido cara la imagen los que se encargan de vender la imagen de nuestra selección.

19.5.08

laura en breves ejemplos

La Laura es de ese tipo de mamá que agarra a la novia de su hijo menor y le hace este tipo de comentarios:

-¡Es súper parecida a Yamila!

Y lo dice con ese tono de voz que esconde un discurso como este:

-Se parece a la única nuera que acepté, porque es la única que vos querías, por eso las elegís parecidas, lo digo yo que soy tu mamá que te conoce y que sabe lo que es mejor para vos.

La misma que cuando escucha a su hijito Josi decir:

-Hoy viene mi novia.

Pregunta:

-¿Yamila?

Esa es la Laura.

17.5.08

reflección... pequeña

Tanta historia de amor en la pelìcula Titanic para que terminen haciendolo en la parte de atras de un coche.

14.5.08

sony H 10


Esta es mi nueva cámara digital. Es una mejor de la que tenía. Espero tener tiempo para poner acá mejores fotos de Buenos Aires y de otras cosas.

Si pongo a la mini Silvia es para que vean que no miento. Desde ahora cuando vea la muñequita sabrá que estube ahí.

12.5.08

las tribulaciones de la Señora Weasley


Harry Potter y la Orden del Fénix. Quinto libro.
Si no ha seguido la saga es muy probable que no me entienda, lector atento. Le quiero hablar del libro. De ninguna manera de la película.
En este más que en ninguno de los otros seis, Harry se siente desdichadamente solo. Quizás porque es en este donde empieza a sentirse así y a los principiantes siempre las cosas se le presentan como insoportables. La adolescencia es en la mayoría de los caso una invitación a experimentar con estos arrebatos. Harry, de niñez difícil, quiere ser considerado como un hombre y tropieza ante la negativa de su entorno a verlo como él se siente. Y se revela.
Todo le molesta. Quiere ser mayor pero su cabeza hace ruidos de niño. Más allá de esto es un buen muchacho. Tiene un gran don y la sabiduría le viene en la sangre. Le sale de los instintos más que de la inteligencia la acción de mirar a los costados. No puede encerrarse en sí mismo, aunque quisiera. Las cosas pasan y el trata de entenderlas sin dejar de lado los dilemas que lo aquejan. Piensa que todo vale lo mismo y que Él es la medida de todo.
De este despreciable error lo despierta la señora Weasley. Para ser exacto diré; los temores de la señora Weasley. Harry la encuentra sin poder dominarse antes sus escondidos y compresibles miedos. Desatada la guerra contra Lord Voldemor la mujer esconde el temor de que alguno de los suyos salga lastimado o muera. Como la adulta que es, ella sabe que no podrá protegerlos como desearía. El devenir de los hechos a lo largo del futuro relato le dará la razón. Ella y su marido pagaran a esta guerra con la sangre de sus hijos.
Harry mira y entienda lo que ve. Esta mujer que es lo más parecido que tuvo hasta ahora y que tendrá en adelante, a una madre viva, esta en el suelo victima de sus temores. De pronto se hace cargo de que hay cosas más grandes y más pequeñas que Él. Crece. Es solo un paso más de los muchos que Él dará. No el más importante, solo uno màs. Uno, cuya lectura yo disfruté mucho.
Hasta aquí, lector atento, traté de explicar los porque. Para los cómo léase el capitulo mencionado. Mejor. Léase el libro. Si quiere saber que es un Boggart se va a tener que leer los libros anteriores. El tercero.
A partir de este libro y hasta que termine la serie, Harry Potter, sufrirá tantas perdidas que ya sin nada que perder ganará la guerra para el bien de todos y gracias a todos. Si quiere enterarse lo va encontrar el los libros que siguen a este.
Yo no se lo pienso contar.

8.5.08

vudú

¡Te mato si llegás a poner una foto mía en tu blog!
Con esta frase se ejerció la censura en este espacio. La amenazadora fue Silvia, también conocida aquí como la loca. Si hasta ahora respeté el pedido fue, más que nada, por los términos amables con que se construyó. Imposibilitado, bajo amenaza, a mostrarla; busqué una alternativa para que pueda darse una idea, lector atento. Acá está.
Jaja.
Asombra el parecido. Vi la muñequita mientras compraba las mismas pero de Garu y de Jack, en la peatonal Lavalle. La compré para regalársela a ella pero como estoy dolido decidí quedármela para mí.
Me voy a comprar un Curso Intensivo de Vudú.

3.5.08

mi amigo ayer




Chayle. El nombre se me diluyó en ese líquido corrosivo que es el olvido. Pero ahí tiene el apellido, lector atento. Chayle. Me resulta extraño que la memoria me haga esto con un pibe que consideré un amigo del alma a la edad de los diez años. Hasta el punto de que habíamos decidido casarnos con la Silvia Singh y con la Carla Peralta en cualquier orden que pudiéramos acordar con ellas.
Con este amigo mío, portador de una carita de degenerado completita hasta con entradas de pelado, dividimos el universo femenino de nuestro cuarto grado en: culonas y tetonas. Las que no pudimos identificar en ninguno de los dos grupos, las sorteamos, razón por la cual Miriam Murienega terminó injustamente entre las tetona; aunque tengo que admitir que hubiera sido igual de injusto ponerla entre las culonas. En fin.
Jugábamos, porque éramos chicos, a ser mayores. Mirábamos minas. Cuando digo minas ponga en su mente a nenas que empezaban el proceso de acomodar carnes y desarrollar huesos. Pura experimentación porque no podíamos aprender lo que se aprende en la familia. Él estaba solo con sus abuelos y yo desconfiaba de la mía. De lo de la imagen paterna éramos huérfanos en potencia y en acto.
Nos guiábamos por la televisión y por la cierta curiosidad de los instintos. De la televisión sacábamos pecho por Rick Hunter del dibujito animado “Robotech”. Le hablo de años donde los pilotos estaban bien vistos; aun los militares. Si no sabe, lo pongo en antecedentes. El pibe se enamora de una piba llamada Lin Minmei el mismo día que invaden los Zentradis y se desata la guerra que los traslada lejos de la tierra. La tarea de volver se impone. Las aventuras se suceden y en el camino estos dos se convirtieron en personas distintas de las que eran. Maduraron y fueron lo que quisieron ser. El pasó de ser piloto de acrobacias a ser piloto militar. Ella cumplió su sueño de cantante. El conoció a Lisa Hayes. Ella la fama. Nosotros los que seguíamos la serie sufríamos con eso de que las situaciones nunca se dieran.
Deducíamos que el amor tenía que ser esa situación donde los sentidos imponen sus razones. Que lo importante es ensoñarse con el objeto de deseo sin establecer una relación con él. Que la mejor amada es aquella que se presenta inaccesible. Que uno puede buscar quien lo consuele. Alguien que haga compañía porque ama.
Así veníamos hasta que solo faltaban solo cinco capítulos para el final de la primera saga. Y algo cambió. Rick se propuso enseñarnos que el amor es algo extraño. Cuando Minmei, ya famosa, se el entrega ¡regalada! el descubre que es a Lisa a la que quiere. Opta por el verdadero amor.
Mi amigo Chayle lo tomó como si fuera una locura. Decidió, porque su instinto se lo dictaba, que todo estaba mal. Dejó de ver la serie. Se obstinó en decir que no era realista. Los otros lúcidos del curso le llegaron a reclamar que buscaba realismo en una animación de extraterrestre, pero no sirvió. Se alejó de la masa que seguíamos Robotech.
Yo mientras tanto sentía que me había perdido de algo. Pero era chico y tenía una lucha para sobrevivir al maltrato de mis parientes, por lo tanto lo dejé para que el tiempo me lo explicara.
Chayle, mi amigo, se fue del pueblo ese mismo año, al terminar las clases. Se perdió la segunda saga y la tercera de robotech. La segunda lo hubiera lastimado pero la tercera lo hubiera matado de bronca. ¡¿Qué se le puede hacer?! Me pregunto a veces por él cuando veo a un nene degenerado. Me pregunto si habrá encontrado alguna capaz de amar esos rasgos.
Hoy, pasados más de veinte años, creo que podría tratar de explicarle a mi pequeño amigo que es lo que pasó. Creo saber, solo porque lo intuyo, que Rick Hunter eligió bien. Que el amor es algo distinto de la pasión. Que el primero debe esclavizar al segundo pero nunca al revés porque la pasión se termina pero el amor puede durar mientras dure la vida. Se puede llegar al punto de renunciar a la misma en nombre del amor (una locura monumental pero se puede).
Hay pasiones adultas y Hunter se jugó por ella. Minmai solo trataba de recuperar lo que ya había perdido y no podía recuperar. Quería ser alguien que ya no era. Y en temas emocionales, uno debe decidir y elegir como el que es y no como el niño que fue.
Me pregunto hoy si mi antiguo amigo me entendería.
Me pregunto si usted, lector atento, me entiende.