29.12.07

rediculo



El General dijo alguna vez: Del ridículo no se vuelve.
Me encantaría, si me sobrara una paciencia que siempre me resulta escasa, charlar con el individuo que adorna así su casa. Me molesta, ya que fui parte de los palestra, que Papá Noel sea más representativos de la navidad que el mismísimo Jesús. Mucho me molesta, lector atento.
Intento darle crédito, me digo a mí mismo que dedicó tiempo y esfuerzo para destacar cierto espíritu navideño. Me pregunto si en pascua parodiará al Gólgota y me da miedo pensar que por ahí sí; cruces, luces, efectos, sangre. Voy a aconsejarle a la vecina que le hable del conejo de pascua, del chocolate y los huevos.
Pero en fin. Paciencia, vivo y dejo vivir, espíritu navideño. Dejo de lado la mueca y me cuelgo la sonrisa que se desborda en carcajada. Es al vicio, soy malo como dice mi madre.

15.12.07

sindicateses

Uno tendría que tener la posibilidad de faltar al trabajo porque está deprimido. No se apure, lector atento, ya sé que uno cuando está así falta, sin pena, al trabajo. Lo que quiero decir, si me permite, es que se debería tener, por derecho sindical adquirido, la posibilidad de faltar sin dar mayores explicaciones que está: estuve deprimido.
La practica habitual hoy en día es la de pergeñar la mentira más creíble a los oídos del jefe. Mentiras que salvan de dar explicaciones extensas, que además ponen el alma al denudo. Dígame, lector atento, ¿qué cosa quiere uno menos que dar explicaciones en esos momentos de pena?
Explicarse es citar la pena, sobre todo ante un extraño, o en el mejor de los casos ante un ser que comprende pero que tiene intereses sobre nuestro tiempo. Y ponerse a sufrir es una forma de perder el tiempo a los ojos de cualquier jefe. Usted y yo sabemos, lector atento, que es solo una forma egoísta de administrar el tiempo, una que solo involucra a un número escueto de persona, a los sumo a dos o a tres. Pero en fin. No resulta un argumento que mejore la situación según mi patrón.
Soy mozo, la mitad de mi trabajo es tratar con personas. Esa es la mitad del trabajo que más pesa cuando estoy como estuve hoy, como seguramente estaré mañana. Pero me faltan ganas de mentir y mas todavía me faltan ganas de explicar. Me encantaría poder decir, sencillamente, me voy porque no tengo ganas de estar aquí. Cuando ya no odie hasta el aire invasor de pulmones, volveré, no serán más de dos o tres día. Después estaré mal pero manso. En fin.
Los sindicatos debería agregar esto a algún petitorio. Prometemos no abusar.

11.12.07

diciembre músical


Las discográficas, en su esencia más capitalista, ponen a la venta, justo a fin de año, sospecho que pensando en los regalos para las fiestas, muchos discos, buenos discos, que desespero por tener. Compré el de Sabina y Serrat, Dvd incluido. Pero me produjeron pena por abandono el de Los Nocheros y el de La Bersuit.
Este es el mes que más gastos me ha producido la música, conciertos y afines. Todavía no me siento completamente satisfecho. En fin. Paciencia.

10.12.07

6.12.07

manspoteria


Me gustó la cuestión de la luz y la sombra. Me gustó que la tomé desde la vereda del frente. Me gustó que pareciera llorar por la marca de la lluvia. En fin, me gustó. El rostro tiene cierta tristeza y ausencia (quizás la falta de ojos). Sentí, en mi fantasía que me miraban, ya que son cuatro. ¿Por qué no pueden estos rostros de mamposterias llorar por mis cosas?

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1.12.07

dos pájaros de un tiro.


Serrat y Sabina, coincidentes en tiempo y espacio, convocan una magia que nació con ellos, que les desborda, que comparten y que los define. Son músicos que miman la música, uno de una forma, el otro de otra. Saben lo que saben y eligen reírse juntos. Por algo están más allá.
Cada uno por su lado provocó el prodigio muchas veces ya. Con distintos artilugios, que le son propios, encantaron multitudes. Magos veteranos, lector atento, se hacen presentes sobre las tablas de un mismo escenario, donde no hay fronteras, donde no reclaman propiedad sobre el público sino que se entregan ellos, mientras que cantan: no escojas solo una parte…
Y como decidieron hacerlo, lo hacen bien. Quiero decir, que juegan y se mezclan disfrazándose del otro, muertos de risa, artistas que se dicen artesanos. Cantan en la cara del otro, las canciones que en ese escenario ya no les pertenecen. Verborragia sabinera dichas con la cadencia serratina. Mansas verdades de Serrat declamadas roncamente por Sabina. Gemelos de su madre España, dicen lo mismo sin parecerse ni repetirse. Tan únicos son, que no hay envidias ni soberbias que les empañe la fiesta. Y nos dieron las diez y las once y las doce…
Los diarios y los noticieros se pelearon para dar en primicias la lista de temas, la alternancia, los detalles y las rarezas del recital. Hablarán todavía un rato. La Internet muestra lo que se puede mostrar y lo que no. La discográfica ha distribuido en el país el dvd de los concierto de Madrid, de cuya experiencia les hablo. Se podría decir que ya ni siquiera hace falta ir al recital en la Bombonera. Sin embargo yo elijo estar ahí. Quiero verlos, gritar con ellos (diciendo que canto) la letra de Lucia. No creerle a Serrat eso de que se marcharía con cualquiera ¿quien puede creerle algo así aunque lo vea con sus propios ojos?

Elegí ser testigo de este punto en la historia. Elegí ir. ¿Por qué? Porque ellos me pidieron que vaya.
Estos dos poderosos viejitos han descubierto que el devenir de los tiempos va a tardar en dar dos artistas tan talentosos y dotados, que a la vez compartan una época. Sabidos que no se puede enseñar a hacer lo que hacen porque ellos no hacen sino que son, se dispusieron a hacer/ser el milagro, no sin antes decir: Vengan y vean.