18.5.07

sabri

Sabrina es de las últimas adquisiciones en amistades. Llegó en un tiempo feliz a mi vida y me conoció así: feliz y sin embargo me banca tal cual soy hoy. Ayer se bancó que le hable de Dios con paciencia y sapiencia. Y se bancó que la maltrate por un rato sin tener ella la culpa del odio que me embargaban. Por eso hoy quiero hablarles de ella.
Sabrina es una sombra. Habita en una región que me esta prohibida. Sin embargo no deja de estar. Hace mucho, mucho que no la veo y sin embargo no he llegado a extrañarla de veras ya que Sabrina es una voz en una línea telefónica, una cataratas de letras mayúsculas en el messenger y algunos mensajes cifrados en el celular. Jajajajaja. Pura comunicación moderna.
Y una alegría. En cabezas como la mías cuesta encontrar un espacio para ideas como que la alegría pueda transmitirse por estos objetos modernos. Tan fríos y distantes parecen, tan impersonales. Pero la verdad es que depende de la habilidad de la personas que se intercomunican. En esa habilidad La Sabri es una maga.
Creo que ella ignora (porque también es un poco volada) la cantidad innumerable de veces que me ha dado consuelo sin siquiera verme. Fueron muchas y me parece que la mayoría sin proponértelo, Sabri. ¿Cuándo se te acabará la paciencia? Veremos. Mientras tanto yo te voy a disfrutar.
Últimamente y tras la muerte de Beti me cuestiono mucho si no desaprovecho los tiempos para disfrutar de la vida y sobre todo de mis afectos. Y ahora, cada vez más, siento que se acercan tiempos de cambios en donde voy a perder gran parte de lo que tanto amo. Sabri entra en ese interrogante. Espero que dure un tiempito más.
Ella niega conocerme y me parece bien. ¿Quien quiere conocer a este amargado? Sin embargo como la muy mujer que es se hace cargo de mi y a su manera me cuida y hasta me mima. Y se hace cargo de cada uno a demás de mí. Si ustedes conocieran la clase de gente que la rodea pensarían “pobre mujer” jaja. En realidad lo que tiene de raro toda esa gente es que algunas veces tienen que convivir y son muy diferente unos de otros. Nos congrega el cariño que le tenemos a esta chica que se preocupa que todo el mundo esté cómodo haciendo malabares. Parece una reina con un sequito de lo más variado y que se insulta a sus espaldas. En fin.
Le deseo que sea feliz cada vez que me acuerdo de ella. Que sus sueños (no grandes sueños sino hermosos y sencillos sueños) se hagan realidad absoluta. Si Dios me preguntara a quien podría Él darle súper poderes para que haga justicia a la gente yo diría, que mierda, gritaría ¡Sabrina!, ¡Sabrina!. Así de justa la creo.
Por lo tanto cada vez que rezo digo. Hacele justicia a Sabri. Hacela feliz.

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