Fui a una farmacia dispuesto a hacerme el irónico, pidiendo que me vendan lágrimas.
Vendame lágrimas farmaseutico!!
Me las vendieron nomás. Doce pesos
En está sociedad ya no hay lugar para la ironía poética.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
jajajaja que estupido jaja me hiciste acordar a mafalda :P
Me gusta leer lo que me hace pensar. TE estaré leyendo.
Publicar un comentario