13.3.08

Adios a un GRANDE



Jorge Guinzburg apreciaría la humorada.
Después de escuchar llorar a Mario Pergolini en el aire de su programa de radio, hice un minuto de silencio para rezar por el Humorista más sano e incisivo del periodismo argentino y de toda mi vida. Yo amaba su humor negro bestial pero sin maldad, lleno de inocensia.
Que se cuiden en el cielo ahora que el trío fundador de la noticia rebelde se reunió allá. Abrebaya, Castelo, Guinzburg; en orden alfabético.
Escuchar a Mario tratando de explicar porque lloraba me reflejó, me representó, me desnudó ante mi mismo. Ya de noche pienso que las personas que hicieron la forma de pensar y de reírnos se están yendo. El Castelo en la radio junto a Dolina, Jorge en la televisión. Los maestros cumplen su ciclo y nos dejan huecos que llenar y sobre todo la misión de enseñar a los que vienen. Hacerse mayor es tomar la responsabilidad de jugar ese papel.
Y es perder maestros y amigos.
Es decirle a la muerte: Ta bien te lo llevás pero tomá de mi memoria no te lo llevás.

¡¡TOMÁ!!

2 comentarios:

la maga dijo...

el diablo es el olvido! muera la muerte!

Fabián Aimar (faBio) dijo...

joder
me impacto la noticia. Como dijo Pinti, lamentablemente los grandes se van pronto.
buen blog