16.1.08

el puto motor

Alli estaba, en ese oscuro garaje, con Tessio, un hombre al que apreciaba y con Neri, que en cierta ocasión lo había esposado, atado a un radiador y golpeado a las pelotas y se había salido de rositas. Nick Geraci respiró hondo. Siempre había sido un hombre que hacia caso a su cerebro, no a su corazón. El corazón no era más que un puto motor. Se suponía que la cabeza estaba para conducir.

Tessio había nacido el siglo pasado. Moriría dentro de un minuto. Su vida había estado regida por la cabeza no por el corazón ¿A dónde le había llevado eso? Allí. Un hombre que lo quería estaba a punto de convertir esa cabeza en un amasijo de carne y sangre…
El padrino, el regreso. Mark Winegardner.

1 comentario:

Math dijo...

no entendi...