10.9.07

josi


Este es Josi, lector atento. El Benjamín de mi madre así como yo el Rubén. La luz de los ojos de su progenitora. El único al que todavía nunca dejó en la estacada. Una criatura que vi nacer y que ahora mide unos centímetros más que yo. Y que, para colmo de males, tiene más éxito con las minas, con apenas laburar.
Tres veces lo vimos escaparse de la muerte, a saber:
*Nació morado negro. Dos horas más y no la cuenta fue el tecnicismo usado por el médico que lo extrajo del vientre.
*Soportó una diarrea en los tiempos del cólera. ¡Si! En este siglo y en Salta.
*Le pegamos la frente con “La gotita” después de que se la partiera en sus tiempos de saltador.
Después de tanta obstinación hacia ella, la vida lo premió con la belleza. Un regalo banal si me pregunta, lector atento, y efímero por añadidura. Sin embargo también se nota en él un conocimiento intimo de las cosas (así lo llamo), el olfato para hallar el camino más fácil hacia un objetivo y eso de caer bien en la gente a priori, que todos los hijos de la Laura heredamos por gracia o por desgracia.
Nació cuando comíamos todos los derivados que se pueda imaginar de la soja. La Argentina de la hiperinflación. No trajo un pan bajo el brazo pero nos vio progresar, por lo que es normal a sus ojos, lo que para mi es fruto de tantos esfuerzos. Sin embargo sabe lo que cada cosa cuesta y valora lo que le das porque adivina que alguna vez fuimos muy pobres. Cuida mucho lo que le regalás. Es agradecido.
Fue el bebe hermoso que todos cuidamos y malcriamos. Cargamos con él en cada trance y nunca nos pareció una carga. Aprendió a ser leal de esa forma rara que somos leales nosotros. Nunca te traiciona pero además te ayuda con lo que él sabe que necesitas aunque a veces eso vaya en contra de lo que pedís.
Eligió vivir en paz y mantenerse a flote neutral entre los tiburones que somos los otros hermanos. Mientras entre nosotros pugnamos para aconsejar a mi mamá; ya sea para ayudarla o para cagarla, Él la acepta tal cual es, convirtiéndose en su refugio. No es que se millonaria mi mama (sin acento lo decimos en Salta) es que no queremos verla en la cochina miseria después de trabajar tanto. Yo no necesito nada de ella, y lo digo sin soberbia. Pero no me gusta ver que se abusan de ella. En fin. Dejemos este tema aquí. La cosa es que Josi no participa y cuida a su madre lo más que puede.
También nos salió bohemio. ¿Quién no lo fue en su adolescencia? Pero a diferencia de mí, el administra en su vida la pausa necesaria para todo arte. Yo mismo viví tan aceleradamente esa etapa. Pero es que a mis ojos había tanto que hacer y escuchar y ver que agarrar la guitarrita me parecía un desperdicio de tiempo insoportable. Pero el dedica esfuerzo. Ahí tiene la foto que atestigua, lector atento.
¡Que sé yo! Me gusta verlo y reconocer lo que se copió de mí. Cosas que yo no le enseñaría. Además las cosas que nunca tuve; como el acceso directo al corazón de la madre.
Pero disfruto más que nada de sospecharle una buena estrella que le abrirá el camino a la felicidad para la que lo criamos y lo preservamos.

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