
¡Ojo! Ella nunca fue una ausencia ya que nos las arreglamos para estar en la vida del otro. Pero vernos y tocarnos y caminar del brazo y quejarnos de esta juventud era cosas que nos gustaba hacer y que anoche pudimos retomar.
La cosa importante es que anoche pude verla y hablar con ella como si el tiempo no nos hubiese puesto viejos. Que me encantó que estubiéramos ahi los dos aunque ella más flaca y yo más gordo. Que doy gracias hoy así como muchos días me quejo. Para que vean que la alegría a veces pasa.
Sean felices.
Sean felices.
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